Sunday, September 18, 2005

Mario Eiré retorna a Cuba después de haber expuesto su colorida obra en Galicia

Sara Carballo.
Vigo, 18 de Septiembre de 2005
title: "Bodegón campestre"
technique: oil / canvas
year: 2003


Más de trescientas personas visitaron la Exposición "Vale la pena verlo, vista da fé" del artista cubano Mario Amador Eiré Gonzales en el Centro Cultural Cubano en Galicia y otras tantas en la Confederación Gallega. Ya retorna el artista a su isla con su equipaje lleno de esperanzas y proyectos que cumplir, proyectos para los cuales rogamos buen éxito.

Mario Amador Eiré: Alto y dinámico, como si los años no pudieran detenerle el ímpetu, es este cubano que nos ha traído los colores de una Cuba radiante. El baile hecho frutas maduras, bien maduras, maduras de verdad, recién sacadas al árbol, dulces como el azúcar de caña que los centrales azucareros le arrebataban a la espigada planta. Mariposas cálidas como el sol caribeño posadas por todas partes, colgando del tiempo de los relojes que el propio Mario hace hechar a andar de nuevo después de un sueño largo. Mangos que dan las horas y regocijan la vista y el paladar. Gallos que intentan sobrevivir en combate detenido en el lienzo, plumas amarillas y rojas. Caracoles que parecen arcoiris. Una puesta de sol como telón de fondo de una tierna pareja que baila un bolero. Niños y retozos que representan el amor con un beso. Llena de luz, colores y alegría; así es la obra del cubano Mario Amador Eiré, “Hijo de emigrantes españoles; artesano, ceramista, pintor, escultor, escritor, restaurador, músico y claro está, loco”.

Hoy se marcha de Vigo el artista, no sin antes haber dejado una estela de su esencia en la tierra gallega que vio nacer a sus progenitores. Tras haber expuesto su obra en el Centro Cultural Cubano de Vigo, siendo recibido allí por la mística actriz Orisel Gaspar y sus dulces poemas, Eiré se tomó el avión para hacer un recorrido por La Havana Gallery , prosiguió rumbo a Mexico al encuentro de otros distinguidos artistas y retornó nuevamente a Vigo para exponer entonces en el salón de actos de la Confederación Intersindical Galega. El público vigués ha desfilado ante el realismo de sus cuadros preguntándose si el color de esas frutas reflejan el color del alma de los cubanos o no es más que un intento de un pueblo por mantenerse observando la vida llena de colores a pesar de las inclemencias de los tiempos que allí se viven.

 
Con sus 81 años recién cumplidos en Galicia, Mario Eiré se pasea entre sus cuadros como un galán que quisiera conquistar el universo, un hombre que respira vitalidad, lleno de planes de futuro, y sueños de amor al estilo de Compay Segundo, y sonrrisas y muchas muchas ganas de vivir, y el anhelo, que al escucharle por el tono de sus palabras nos parece inalcansable, de comprar un coche nuevo. Viaja con Mario su largo currículo en los que importantes instituciones de la Cultura Cubana tienen el honor de estar presentes, la Unión Nacional de Escritores y Artistas, la Asociación de Cubanos Artistas, o el Fondo Cubano de Bienes Culturales. Además de lienzos nos habla de escultura y libros... el artista se regodea en todo lo que se refiere al arte. Música, cerámica, “claro que esto último está más complicado y ya sólo hago piezas originales porque China me lo está poniendo difícil en el precio. Las vidrieras también ocuparon mi tiempo durante una época, pero el precio del vidrio lo ha dificultado. Sobre libros, tengo tres en proyecto esperando para ser publicados, Cómo aprender música en sólo cuatro meses, Veintitrés cuentos, gotas de rocío y Los barcos que cambiaron el mundo, aunque está difícil”, asevera sin dejar de sonreír.

A este excelente exponente del buen arte cubano, le encanta visitar España y ya ha realizado aquí con anterioridad múltiples exposiciones. Entre sus pintores favoritos, además de los cubanos, están también los grandes Monet, Manet y Lautrec. Mario Eiré cursó estudios de ingeniería mecánica y trabajó largo tiempo lejos de los óleos, “claro que el gusanillo del arte siempre estaba ahí”. Ahora las técnicas las emplea en idear formas para plasmar la madera de la manera más realista posible. “Cada veta y cada línea de las que componen las sillas, cajas e instrumentos que aparecen cobra vida. Es un invento mío y por eso me gusta que aparezca un poco en cada cuadro».

Más de trescientas personas visitaron la Exposición "Vale la pena verlo, vista da fé" del artista cubano Mario Amador Eiré Gonzales en el Centro Cultural Cubano en Galicia y otras tantas en la Confederación Gallega. Ya retorna el artista a su isla con su equipaje lleno de esperanzas y proyectos que cumplir, proyectos para los cuales rogamos buen éxito.